Deterioro comportamental leve como alerta temprana de demencia
El deterioro comportamental leve (DCL) es una condición clínica caracterizada por cambios leves en el comportamiento y la función cognitiva. Se considera una alerta temprana de la demencia. Ya que las personas con DCL tienen un mayor riesgo de desarrollar una demencia en el futuro. Aunque no todos los casos de DCL progresan a demencia. Por eso se puede utilizar para diagnosticar el Alzheimer lo antes posible.
¿Por qué se usa el DCL como una alerta temprana de demencia?
Los síntomas del DCL suelen incluir cambios en la personalidad, dificultades en la toma de decisiones y en la planificación de tareas, problemas de atención, apatía y dificultades en las actividades cotidianas.
El DCL se utiliza como una alerta temprana de demencia. Ya que su detección y diagnóstico temprano permite a los profesionales de la salud brindar intervenciones y tratamientos adecuados, además de realizar un seguimiento más estrecho de la persona afectada.
Los estudios sugieren que el DCL se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia. Sin embargo, no todas las personas con DCL progresarán a demencia, algunas pueden mantener su funcionamiento cognitivo estable o incluso mejorar.
¿Cómo se utiliza el diagnóstico de DCL?
El diagnóstico de DCL se realiza mediante una evaluación clínica exhaustiva que incluye una historia médica completa, pruebas cognitivas y evaluación del estado emocional y funcional. Es importante descartar otras condiciones médicas que puedan causar síntomas similares, como la depresión o trastornos del sueño. Diagnosticar el DCL proporciona una alerta temprana de demencia, que puede anticipar los tratamientos y la prevención de la demencia.
Confederación Española de Alzheimer
En el webinar titulado ‘Deterio Comportamental Leve Pródromo de las Demencias‘, llevado cabo por la Confederación Española de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas (CEFA), el doctor Luis Agüera Ortiz, es miembro destacado de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), resaltó la existencia de cambios psicológicos y de comportamiento que pueden preceder a enfermedades como el Alzheimer y otras demencias.
Dentro del contexto de las demencias, los síntomas neuropsiquiátricos se presentan con alta prevalencia, afectando a incluso el 97% de los casos a lo largo del desarrollo de la enfermedad. Es común que pacientes con síntomas leves de tipo neuropsiquiátrico. Pero sin evidencia de deterioro cognitivo, sean diagnosticados incorrectamente de trastornos psiquiátricos como la depresión, generando así retrasos en el diagnóstico y una atención inadecuada.
El Dr. Agüera explicó que el deterioro comportamental leve se manifiesta en su mayoría durante la edad madura o avanzada, y persiste de manera intermitente por al menos 6 meses. Este tipo de deterioro representa un cambio notorio en la personalidad o comportamiento anterior del individuo. En esta fase, se ven afectadas cinco áreas clave del funcionamiento psicológico: la motivación, el afecto, el control de impulsos, el ajuste social y el pensamiento y percepción.
El experto de la SEPSM subrayó que el deterioro en el funcionamiento social, ocupacional o interpersonal del deterioro comportamental leve se atribuye a cambios en la personalidad y el comportamiento, no a un deterioro cognitivo evidente. Y sirve como una alerta temprana de la demencia.
Opciones de tratamiento
Respecto a las opciones de tratamiento, el doctor señaló la necesidad de contar con herramientas más precisas para identificar este tipo de deterioro en personas que aún no han desarrollado una demencia clara. En este sentido, se ha desarrollado la escala denominada «Mild Behavioral Impairment Checklist (MBI-C) – Cuestionario de Deterioro Comportamental Leve» para capturar estos cambios sutiles en pacientes sin demencia manifiesta.
Esta herramienta resulta valiosa para estimar la prevalencia de este tipo de deterioro, pronosticarlo y considerar tanto terapias farmacológicas como no farmacológicas. Además, representa una valiosa herramienta para la investigación neurobiológica, ya que la detección de estadios leves de la enfermedad contribuye al entendimiento global de la misma. Y permite anticipar los tratamientos para tratar con mayores con Alzheimer.
En resumen, el deterioro comportamental leve es una alerta temprana de la demencia en la que se presentan cambios leves en el comportamiento y la función cognitiva. Su detección y diagnóstico temprano facilitan la intervención y el seguimiento adecuados para prevenir o retrasar la progresión a una demencia más grave.
